Jordi Hereu mostró ayer su faceta más audaz. En la presentación del dispositivo veraniego en cuanto a espacio público se refiere y que aúna aspectos de seguridad, de orden público y de limpieza, el alcalde prometió que en este 2010 no se revivirán las escenas de sexo mercenario en la Rambla y alrededores, como tampoco se permitirá que las meretrices ocupen la vía pública acosando activamente o simplemente molestando pasivamente a los ciudadanos. Tras los recortes anunciados el miércoles, Hereu retomó ayer el principal argumento que quería desarrollar a lo largo del 2010, antes de que la crisis y la Diagonal –perdón por el pleonasmo– lo distrajeran de lo que pasaba por ser una estrategia estudiada y medida.
El alcalde no se puede permitir nuevas escenas como las vistas en septiembre pasado si quiere presentarse a la reelección. Puede obedecer, sin embargo, a una lectura de lo que sucedió el año pasado. El verano del 2009 fue uno de los más tranquilos que se recuerdan en años. Por no haber, no hubo ni las clásicas algaradas que se producen en las primeras noches de las fiestas de Gràcia. Los mandos políticos del ayuntamiento mostraban en privado, a mediados de agosto, su satisfacción por cómo estaban yendo las cosas, hasta que a principios de septiembre estalló la polémica con las fotos de sexo mercenario.
MEJOR QUE EL 2009 / Así las cosas, tanto Hereu como la tercera teniente de alcalde, Assumpta Escarp, deben de haber pensado que repitiendo el dispositivo del año pasado en todas la ciudad, incluyendo las playas, y mejorando el despliegue policial en Ciutat Vella no tiene por qué vivirse una situación parecida.Justamente la grandeza del reto que supone el verano en Barcelona, el último antes de las elecciones, explica porqué la elegida para suceder al destituido Carles Martí al frente del distrito de Ciutat Vella fue, precisamente, Escarp, responsable del área de Seguridad y Movilida.
Y tan cierto es, como ya le ocurriera con ocasión de la consulta de la avenida Diagonal del mes pasado, que ha sido el propio Hereu el que se ha expuesto quedando en el centro del escenario, a riesgo de no salir muy bien librado, como que esta partida no la va a jugar solo: la Guardia Urbana empleará en la operación veraniega al 40% de su plantilla, una vez se incorporen los 250 agentes de la nueva promoción.
Estos tendrán como principal misión patrullar la ciudad para disuadir a aquellos que ocupen indebidamente las calles. La presencia, o mejor dicho la ausencia, de la Guardia Urbana en las calles el año pasado fue anotada como una de las causas de la polémica.
Serán en total 1.100 agentes que velarán por la seguridad de residentes y turistas, igual que En Buenos aires, Verdad, cualquier semejanza es mera casualidad. Desde Barcelona Dr. Jordi M Becerro.exckusivo para www.jordiweb.com.ar
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